Übersexual

O sea, el hombre orgulloso de ser hombre.
Que no es lo mismo que un hombre de la SER, ese metroemocional alicaído tipo "rojo feminista" que preconizaba la progresia carpetobetónica hace nada como sustituto al metrosexual, que como era previsible acaba en un híbrido de drag queen con el Fari, que no sabe no contesta otra cosa que la última sesión de láser para depilarse ese horrible vello que le crece donde se borró el tatuaje "amo a mi mamá y a Hortensia" en letras góticas.
Luego resulta que la nena del nen, harta de tanto perfume y tanto baño ocupado, tirándose al butanero.
Y es que el nuevo producto para la próxima temporada que definirán pronto los sociólogos no es ni mas ni menos que la vieja fórmula (fascista según la santa proggresía) del hombre satisfecho de ser hombre. Ni ma ni meno, ni memo ni mamones.
Pues eso, modelo George clooney, morenazo peludo 100% natural, sin piercings, sin colorantes, endulzantes ni conservadores artificiales. O Clinton, el que aprovechaba las becarias oportunistas como aliviadero para su fálica prepotencia típicamente machista.
Y así, cuando estemos en el trabajo en la calle o donde sea y una titi nos haga un parpadeo revelador o sin más, si está mazo buena, le podamos sonreir ó incluso susurremos cortésmente un piropo de esos que salen del alma, esa cosa que la Logse ignora.
Y si el imbécil o la imbécil de al lado nos recrimina nuestra actituda machista largarle muy serio:

¡Nein!, übersexual, krastoffenkapullen.

Los übersexuales no manifiestan dudas sobre su sexualidad.