Esta tarde tenemos a un viejo amigo en el blog VC. Me manda un relato, a mi me gusta y espero que nos mande más;
Un buen amigo de El Salvador (Centroamérica) me contaba una vez el siguiente pasatiempo con el que se entretenían por aquellos lares algunos niños pudientes. Tras varias noches de fiesta bebiéndose el agua de los tiestos en los tugurios y burdeles de Guatemala y El Salvador, los mozos ahítos de relajación y quietud, buscaban otra actividad física para realizarse. Animados por la jarana, los tragos y las disipadas costumbres de las Autoridades, los venturosos muchachos comenzaban un juego que daban en llamar “proteja al ciclista”. Dicho juego se realizaba con varios coches circulando por caminos y carreteras vecinales. Con un palo de madera a modo de vara de “dimensiones estandarizadas” según la descripción de mi amigo, y unas reglas de juego que contemplaban además la presencia de unos imparciales árbitros en cada vehículo, vigilando la limpieza de las justas. Incluían en dicho reglamento además otras leyes que no hacen al caso, pero que ríase usted del reglamento del golf. El jugador en cuestión tenía que sacar una parte de su cuerpo que no llegase a su cintura, por la ventanilla de vehículo, pertrechado únicamente con la citada vara. El conductor del vehículo se colocaba a la par de algún ciclista que circulase despistadamente por aquellas carreteras, mientras que el jugador debía derribar a este inocente con la ayuda de la vara “sin golpearle ni trabar la vara entre los radios de la bicicleta”, esto es, empujándole y haciéndole perder el equilibrio, entre la jarana y las respetuosas risas de sus benefactores, y la mezcla de incredulidad y cabreo del derribado. Sobra decir que ganaba el que más ciclistas “protegía”. La semana pasada el Presidente de la Comunidad Autónoma Vasca, J. J. Ibarreche, afirmó sin rubor: “hay que humanizar el conflicto”, refiriéndose a la hipotética y más que probable “vuelta” de los presos etarras a las cárceles vascas fruto de las conversaciones ETA-PSOE. “Proteja al ciclista” me dije: unos niños bien comidos y mejor bebidos a quienes nunca han dado un soplamocos, saliendo del batzoki o la Sabinetxea, tanto da y con ganas de joder; una vara de roble en forma de valientes gudaris cantarines, un reglamento estatutario para vascos y vascas, el respeto del PSOE...Sólo nos falta saber el tiempo que tardaremos en ser derribados.
Rubbi.
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