Una mujer acaba de inventar una poderosa arma para enfrentarse a los violadores. Suban el volumen
Un sencillo artilugio, a modo de caperuza o funda de plástico del grosor del pene en erección pero más corto,
con una serie de púas filosas con inclinación por dentro que hace que se claven al intentar sacar la "herramienta" del artilugio.
La mujer se lo coloca como un támpax, no molesta, y si entra en su santísimo santuario verga sin documentación ni papeles en regla, con no avisarle de que tienes un DIU un poco "especial" asunto casi concluído. Tan sólo facilitarle el asunto y que acabe cuanto antes.
Tan eficaz como letal, sólo pueden desclavártelo en un hospital. Lo que implica, además, su detención con las pruebas incriminatorias bien clavadas a su apreciado apéndice.
¿No es perfecto?
A mi me recuerda a aquella famosa tortura consistente en hacer tragar a la víctima un erizo de mar o algún bicho de esos de púas que se clavan y no se pueden sacar.
Aquí la víctima se lo hace tragar a su victimario.
Se puede aducir que, evidentemente más de una lo va a utilizar como arma de venganza, ya saben, los temibles efectos colaterales del uso de cualquier arma, sea de ataque o defensa como en este caso. Al fin y al cabo, las armas, armas son.
Y alguna vez pasará que venga el maridito a casa, se calze a la parienta sin que ésta se acuerde de que tiene el cepo dispuesto y halla un buen disgusto esa noche de pasión...
Presiento que a la santa proggresía de nuestro país y de otros, esto les va a parecer "excesivo".
Cuando menos, altera su percepción del "normal" desarrollo de las cosas, donde a las mujeres las joden y suele salir gratis.
Y claro, de contenido el rapex tiene más bien poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario