¡¡¡Es que no me quieres pedazo de estúpido!!!
Es un esquema argumentativo que oigo tan a menudo que me llama a reflexión.
Entiendo que forma parte de los efectos colaterales del pensamiento políticamente correcto.
Ayer era una alcohólica terminal, en la radio, la que decía; Si esta noche salgo y me emborracho, quién tiene la culpa, ¿mis hermanos... la clínica donde me he dejado un millón de pesetas?
Entre conocidas, separadas la mayor parte, algunas vuelto a juntar generalmente para poco tiempo, se repite la situación. Mujeres que destilan mala leche quejándose del tiempo (años) que llevan sin echar un casquete. No digamos sin encontrar un hombre a su gusto.
Y como me decía una amiga el día pasado, es que ella no quiere un marido para nada, quiere un compañero.
Como el temporal en esta conversación ya daba muestras de estar desatándose, aferré velas, izé el tormentín de mesana y me dediqué a capear el huracán que se desataría minutos después. Es una singladura muy entretenida que quizás en otro post narre con detenimiento.
Pero ahora al meollo, no quieren maridos, (hablo de mujeres con hijos, en el caso de la que me ocupa dos, uno down, la madre con más de noventa años), no quieren un hombre viviendo en su casa, al que tener que "aguantar"...
Quieren por lo visto un "compañero", y eso, por lo que deduzco, es un tío al que cuando le llaman por teléfono viene corriendo para untarlas en aceite, darlas un masaje integral no contenido y que cuando la deja dormida, exhausta tras una monta inacabable, se larga no sin antes darle las pastillas a la madre, limpiar la cocina, arreglar el baño y poner la lavadora. Si le has dicho de antemano que lo haga, vendrá a despertarte con cruasans y mermelada véte tu a saber dónde.
Pero que no les agobien ni les dejen pelos en el baño. Compañeros que vivan en otra parte, que duerman en otra casa, a los que les atiendan en sus necesidades y que les quieran en otra casa...
Lo que se dice un compañero, vamos...
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