3/07/2006

La institucionalización obligatoria

Es éste un concepto el de la institucionalización que me tiene enrutado.Y no porque se preste a los trabalenguas, sino porque expresa a la perfección esa alquimia dorada que trasmuta a las personas en mierda.
Situémonos y recuerden la película que trascurre en una cárcel americana cuando Red (Morgan Freeman) al salir del talego tras cuarenta años decide abrirse en todos los sentidos yendo a buscar al colega Andy Dufresne (Tim Robins) a una playa desierta en la que hace tiempo decidió quedarse, en vez de colgarse de una viga.
Recordaís como había acabado otro compañero al salir en libertad, ahorcado en una mísera pensión, incapaz de reaccionar ante el desafío de una libertad recobrada muy a su pesar y que no le hacía falta, prefería con mucho su amoldada celda y su transitar seguro en la cárcel al abismo de la elección.
La institucionalización es el fenómeno por el cual el individuo cede su capacidad de decisión y su libre albedrío a cambio de la seguridad de un pesebre caliente.
También es una buena manera de describir el proceso por el cual una persona se convierte en un funcionario.
El funcionario se institucionaliza en el mismo momento en que consigue plaza fija. Mientras es interino, sustituto, o simplemente su contrato es con una ett en vez de con el ministerio, el proceso se da en muchísima menor medida y la institucionalización es incompleta.
Basados en este mecanismo antropológico las huestes del progreso han trazado un rubalvélico megaplan.

Institucionalizarnos a todos...
El megaplan, basto además de vasto, contempla a su vez diversas actuaciones.
El primero y no menos importante, la fragmentación y multiplicación de los panes y los peces, o séase las plazas de funcionario. Por ejemplo, por diecisiete.
La manera mas sencilla pues es crear subdivisiones administrativas autónomas con plenas competencias, sobre todo económicas y normativas.
El segundo y no necesariamente en el orden temporal, avivar sin cuento el hecho diferencial, sea éste cual fuere o inventase dentro de la máxima divide y vencerás.
El tercero, situar al personal en la tesitura; O tragas o te empapelo, ello de diversas formas..Desde robarte la cartera a ladrillazos a sufrir la extorsión mafiosa, desde la lengua en que te "forman" a tus hijos al periódico que te miente día tras día porque hay que respetar el sentimiento.

Simón el loco.


Manifiesto postnacionalista

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