Hay quienes se empeñan en confundir a la víctima con su verdugo.
O con el "algo habrá hecho" tan arquetípico, o ya más directamente con la equiparación lisa y llanamente.
Es el caso de los verdugos, que lógicamente insisten en el carácter agresivo de sus víctimas, en su condición de "enemigos" o en el mejor de los casos, en que son "daños colaterales inevitables".
Y es el caso de nuestro Gobierno, que entre altos dimisionados para la atención a las víctimas y Patxindakaris emperrados en el derecho de autodeterminación no para de enviarnos señales de que aparte del PP, aquí todo el mundo quiere la "negociación", léase estatut, pacto con ETA o lo que se tercie con Fidel y su imperio comunistoide.
Ahora aparece la Banda de los Seis frente a Basta ya con su "si en nuestro nombre".
¿Síndrome de Estocolmo o simplemente otra muestra de la utilización de las víctimas por parte del Gobierno?
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