Si la izquierda abertzale se refunda sobre la renuncia expresa a la violencia la que ya no se practica habrá que empezar a examinar al resto de la concurrencia. Y así resultará que el PP nunca ha condenado ni rechazado la extrema violencia que ejercieron sus mayores. Aún ayer concedieron medalla y pensión a tipos de la ralea de Carrero Blanco y Melitón Manzanas. Fuera, pues, de la legalidad presente.
Tampoco el PSOE ha condenado ni renunciado a la violencia que han ejercido y ejercen grupos como la Guardia Civil, aquella que «descubrieron» cuando González y Guerra pisaron La Moncloa. Expulsados, pues, del edén legal aquellos que no condenan.
Y como el PNV ni ha condenado, ni condena ni condenará, los cientos de actos violentos que protagoniza la Ertzaintza, enmascarada bajo la capa de Luis Candelas del mandato de los jueces, habría de ser también desterrado del paraíso legal.
«A ver si va a terminar por ser ETA la única legal». -
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