11/04/2005

Breves, una de tribunales mercenarios y Benegas el franquista anticatalán.

Ayer votaron a favor de la toma en consideración por el Congreso del proyecto de Estatuto de la Comunidad Autónoma de Cataluña 14 grupos parlamentarios. Se opuso el PP. 14 a 1.... me suena a Pipi Estrada comentando el España-Malta. También es verdad que 13 de los 14 grupos que apoyaron la decisión suman 40 diputados. Los otros 310 diputados se los reparten PP y PSOE, a razón de 164 el partido de Zapatero y 146 el partido de Rajoy. Con tal de no reconocer estas cosas ten evidentes que tiene la realidad no es de extrañar que quienes se empeñan en olvidar la máxima de un Hombre, un voto prefieran conceder derechos a los territorios a costa de los derechos de los ciudadanos. De eso trata el Estatuto y no de otra cosa.

Por cierto, un tal Joan Saura, consejero de Relaciones Institucionales de la Generalidad y cabeza de IU en Cataluña, ya nos aclara que la aprobación de la toma en consideración por el Congreso del proyecto de Estatuto "demuestra que el Estatut no es inconstitucional". La lógica de pandero: cuando llueve me mojo, luego sé nadar. No me extraña que apelen a los sentimientos. Con esos razonamientos.... Para los que no lo conozcan es este señor dejo un retratito. Y no me negará nadie que su parecido con Honecker es más que notable, con esas gafas y esos razonamientos.




El Tribunal Supremo contra la Paz
Ayer era el PP el anticatalán y antidemócrata, el crispador y el atizador del odio, el que no desea la paz ni la palabra, el que vive allá en abril del 39, entre mercenarios de la radio y asesinos. Hoy es el Tribunal Supremo. Porque ¿cómo se puede interpretar que el Tribunal Supremo condene al proggre de Otegui? Como un ataque contra euskadi y contra la democracia, como un intento de crispar la balsa de aceite en la que vivimos gracias a Carod, Carrillo o Rubalcaba, el que trata de boicotear la Paz que llegó tras el 14-M y que nos llegará todavía mas si cabe cuando todos aplaudamos al unísono a Zapatero I el Grande. Malvados pepperos y jueces, sembrando dudas en el camino pavimentado de oro por el que transita España. Perdón, quería decir por el que transita el Estado (intenta uno ponerse a la altura de los tiempos pero le asaltan de vez en cuando los tics antidemocráticos). Disculpeme, señor Zapatero, no volverá a ocurrir.

e-Pisko


Benegas, otro franquista anticatalán

Publica hoy El País un artículo de José María Benegas, diputado del PSOE por Vizcaya, que coincide punto por punto con el de Mariano Rajoy durante el debate sobre la admisión del proyecto de Estatuto catalán. Comienza descorriendo el velo con el que se pretende disimular una de las falacias más repetidas por los promotores del mismo: el término "nación" es una cuestión semántica, es un término con varios significados, no es una cuestión jurídica.... Es a lo que se dedica Zapatero, al malabarismo de las palabras para cuadrar el círculo.

Txiki Benegas deja claro lo que es bien claro: "Lo primero que hay que descartar para hacer una aproximación rigurosa al problema es que no se trata, como se dice en ocasiones, de un debate "nominalista" y por lo tanto secundario, más o menos irrelevante. La cuestión de fondo es de suma importancia porque afecta al ámbito de la soberanía, a la regulación del derecho de autogobierno y a la atribución con carácter exclusivo de un marco estatal a la nación española." Y buena prueba de la importancia de la cuestión la ponen sobre la mesa precisamente quienes incluyen el término "nación" en el Estatuto. Si sólo es una cuestión semántica ¿por qué la incluyen? Si no es una cuestión jurídica sino cultural o sociológica ¿por qué figura en una Ley Orgánica, como sería el Estatuto cuando se apruebe? La incluyen precisamente porque es una cuestión jurídica de suma importancia que afecta a la soberanía y a la nación española.

Y claro, una vez desmontada la piedra angular de las falacias sobre las que se asienta todo el Estatuto el resto de cancioncillas que nos repiten (actualización del modelo de estado, estado federal...) se caen solas. Pero para que este proyecto de Estatuto se caiga y aparezca uno compatible con el modelo de Estado surgido del pacto de 1978 ("la Constitución es algo más que una Carta Magna: es casi un armisticio en virtud del cual una larga historia de convivencia incivilizada y violenta de los españoles trata de ser orientada por los derroteros de la libertad y la tolerancia, comenzando por un amplio pacto sobre los principios y las reglas del juego que debían ordenar nuestra vida en común", llega a decir Benegas para aclarar la importancia del acuerdo) es necesario que muchos, además de Benegas, pongan cordura entre sus filas. Es de ellas de donde brotan las mentiras más gruesas con las que pretenden demoler el pacto de 1978.

Vesppino

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