Las autodescripciones que efectúan los chicos de la izquierda siempre son mucho más acertadas que las que hacen de ellos la derecha, el ejemplo en El Pais es mayestático:
"de golpe y porrazo volvemos a las andadas de buenos y malos, y desaparece la capacidad de enterarse de veras de cómo funciona un sistema político y cultural complejo, donde una abyecta construcción política sometió a un sinnúmero de personas reales y no sólo súbditos numéricos o figurantes ciegos"...
Porque pareciera que hablan de los que ponen estatuas de Sabino Arana, o de que volverán Robespierre, Voltaire y Montesquieu a reestablecer dos siglos después la base de la sociedad en los derechos del individuo frente a los derechos colectivos, históricos o de clase que nos pretenden imponer sus seguidores como Arnaldito.
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