9/17/2006

Que pidan perdón ellos, los Islamofascistas

Realiza una reflexión interesantisima Benedicto XVI en el curso de una conferencia ante estudiosos en la Universidad de Ratisbona: mientras el cristianismo, fruto de la influencia griega, asume la razón como principio al que incluso Dios está sometido, el Islam coloca la voluntad de Dios por encima de cualquier límite. Esta maravillosa confesión nos desvela porqué los principios y valores del humanismo surgen en las sociedades cristianas y desembocan en sistemas políticos basados en la libertad y el respeto al otro: ni siquiera Dios el todopoderoso puede actuar contra los principios de la Razón humana. ¿Cómo podría Dios desear la conversión a su fe por medio de la espada o el coche bomba? ¿A quien se le ocurriría que se puede basar la fé en la coacción o la amenaza? El Dios de los cristianos es un Dios humano, respetuoso con sus propios criterios, aquellos que transmitió a los hombres. Este reconocimiento, vital para comprender el camino emprendido por Occidente desde hace mil años, sólo podía desembocar en la democracia.

El Islam, sin embargo, se fundamenta en otra lógica de la divinidad: si Dios es todopoderoso ¿cómo va a existir un límite a su poder? ¿La bondad es un límite de Dios? No. Dios podrá ser bondadoso o ser cruel sin que quepa la duda sobre sus motivos para ser bondadoso o cruel. Podrá ser pacífico o violento porque sólo Él está por encima de cualquier juicio. La Razón humana no es medida para Dios. Lo que a los hombres pueda parecer justo, bueno o razonable nada tiene que ver son lo que esos términos significan para Dios. Dios es todopoderoso luego la medida de la justicia, la bondad o la razón son, exclusivamente, los actos de Dios, no las lógicas humanas. Es esta la piedra fundacional de la teocracia. No cabe otra voluntad que la de Dios, voluntad todopoderosa que no está sujeta a constituciones, tratados, leyes o derechos naturales.

Las anteriores reflexiones deberían haber sido acogidas entre aplausos por los islamofascistas (a fin de cuentas explica muy bien porqué la teocracia es el sistema político natural en los paises islámicos y a ella aspiran todos los movimientos islamofascistas) pero éstos están muy poco interesados en divagaciones teóricas sobre la lógica interna de las religiones o los fundamentos últimos de los sistemas políticos vigentes en las diferentes sociedades. La Internacional Islámica sólo está interesada en agitar a las masas semianalfabetas y exigir perdones a diestro y siniestra. En una carrera cada vez más enloquecida no sólo prohiben escribir libros (Salman Rushdie) o publicar caricaturas (Jylands-Posten) sino que ni el Papa está libre. Y sólo piden una cosa: que se disculpe, que pida perdón, que se retracte, que se ponga de rodillas.... que reconozca, en definitiva, que el Islam está por encima de cualquiera. Qué gran triunfo para la propaganda Islamofascista ver a Papa pedir perdón por hablar de Dios.

Vesppino

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