9/16/2006

El incomprensible debate de la nitroglicerina

El Inspector Gadget nos concede la exclusiva del mayor éxito de su carrera profesional.

Y ocurrió que le avisaron de Comisaría con urgencia, porque había ocurrido una catástrofe con gran número de víctimas. El Inspector se presentó y vio grandes destrozos producidos por un explosivo potente. Había diez focos y su fino olfato de sabueso le aconsejó abandonar el escenario del crimen dejando en manos de sus subordinados la toma de muestras y buscó con ahínco por el entorno del lugar de los hechos.

Descubrió una furgoneta sospechosa. Avisó a sus especialistas y los perros no detectaron nada; aún así, la envió a la Comisaría general para que la analizaran a fondo.

Aparecieron unas migas reveladoras: el explosivo era un bizcocho. Ordenó que analizaran la muestra y el resultado fue: huevos, harina, azúcar y mantequilla.

No dudó que aquel bizcocho explosivo procedía de la Confitería Conchita: los bizcochos de huevo, harina, azúcar y gasificante, eran su especialidad.

Se retiró tarde, cansado y al volver a la Comisaría la mañana siguiente, le informaron de que habían localizado, en la propia comisaría un artefacto, traído entre otros objetos de uno de los focos, para hacer inventario, que contenía otro bizcocho explosivo. Pidió la composición: El bizcocho estaba hecho con huevos, harina, azúcar y gasificante. «¡Cáspita! ¡Otra vez los bizcochos de la Confitería Conchita!»


Continuó con sus investigaciones y días después, tropezó con otra operación de los malhechores. Esta vez, fueron a poner su bizcocho en las vías de un tren; pero decidieron dejar para otro día la colocación de pastel y lo colocaron a cierta distancia, bien a la vista, para localizarlo sin dificultad. Esa noche ocurrió un milagro: llovió mucho, pero el bizcocho no se mojó y al día siguiente lo encontraron unos agentes de otro cuerpo y lo analizaron. El Inspector tuvo noticias y preguntó la composición; de nuevo apareció la Confitería Conchita: huevos, harina, azúcar y yogurt.

Todo estaba claro: Alguien robó gran cantidad de bizcochos de Confitería Conchita, los hizo estallar en los trenes y guardó el resto para seguir cometiendo atentados terribles.

Fruto de sus implacables investigaciones, estrechó el cerco. Los malhechores, aterrorizados, se refugiaron en un piso franco, controlado por la policía desde hacía años y al sentirse cercados, hicieron detonar todos los bizcochos. Justo a la hora en que el telediario de la noche iniciaba su emisión y un cámara espontáneo, provisto de un equipo digno del mejor profesional, pudo grabar el momento de la explosión para enviarla a los medios. Al analizar los restos, apareció la siguiente composición: huevos, harina, azúcar y almendras.

Ya estaba todo claro: Detuvo a un antiguo trabajador del obrador, que robaba bizcochos y los usaba en sus trapicheos de droga y a través de él, llegó a una red de traficantes de droga, que era lo que quedaba del comando asesino. Gracias a su excelente investigación, fue ascendido y aún se recuerda su frase genial cuando resumió la línea conductora de su investigación: «el bizcocho es el componente genérico de todos los bizcochos».

Cualquier parecido con la realidad de la investigación, no es pura coincidencia

Darane del blog de LdP

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