Por fin alguien, tras medio siglo de persecución nazionalista en vasquilandia, reacciona tras sufrir una agresión de los nazis y la emprende a mazazos con una de sus tabernas.Por un instante Emilio nos ha devuelto el orgullo de ser personas y no borregos ante los sicarios del terror.
Le han volado su casa por enésima vez tras acabar de arreglarla y no ha podido aguantar la rabia. A cara descubierta y a plena luz del día, no como los cobardes que le pusieron las bombas.
Dicen que es violencia y la equiparan a la de sus verdugos. Supongo que la misma del que se defiende de quien le ataca. Yo la llamaría un instante de justicia, por fin.
Los nazis, que por supuesto no han tenido ni el valor de plantarle cara, le denuncian ante esa policía a la que asesinan y queman. Que ironía.
Gracias Emilio por devolvernos por un instante el orgullo de ser personas en vez de borregos.
Porque después de medio siglo soportando asesinatos, imposiciones de todo tipo, incluso el robo de nuestra lengua, haya un fogonazo de resistencia cívica que no sean balidos de borregos conducidos por esta chusma política.
Todos somos Emilio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario