Dice el PNV tras décadas de mangoneo y disfrute del poder que el lógico intento de la oposición no nacionalista de vencer en las elecciones es una estrategia sin escrúpulos.
Y lo dicen unos gobernantes que llevan treinta años al mando del único lugar en europa donde existe el terrorismo y que cuando hay un atentado la respuesta de este gobierno no es detener a los terroristas, o al menos amenazarlos, si no pedirles muy educadamente que "desaparezcan", mientras al tiempo berrean como posesos en contra de las leyes que ellos mismos incumplen, que tratan de impedir que los asesinos prosperen y además gobiernen.
Para mas escarnio, lo dicen en nombre de la pluralidad, que nos explican no puede existir si los asesinos y sus colaboradores no tienen representación parlamentaria. Y ahí los tenemos siempre claro.
Casualmente los asesinos coinciden con el PNV en las votaciones decisivas.
Teniendo en cuenta que la pluralidad de estos nazis consiste en eliminar a la oposición a sus tejemanejes, vía imposiciones de todo tipo y secundados en sus fines por los asesinos, que mas bien parecen sus paramilitares, resulta estomagante que esta gentuza acuse de no tener escrúpulos a quienes necesitan de escoltas para pasear por la calle, por simplemente cumplir sus programas electorales. Por existir.
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