4/10/2008
Discurso de Rosa Diez en el parlamento
Debo mi presencia en esta Cámara, como cuarta fuerza política nacional, únicamente a los ciudadanos que nos han dado su voto, su dinero y su tiempo de trabajo. Por eso quiero que mis primeras palabras sean para ellos: muchas gracias a todos los que habéis confiado en nosotros.
Tenemos un sentido institucional de la política; y estamos aquí para defender los compromisos que hemos adquirido con los ciudadanos. Por eso mi primera iniciativa legislativa será proponer la reforma de una injusta Ley Electoral, causa de que UPyD tenga un escaño y el PNV, con menos votos, tenga seis. Tomo nota de su compromiso de estudiar el tema en una ponencia de la Comisión Constitucional.
Pero no nos parece suficiente, máxime porque usted lo hizo tras calificar de justa y proporcional a la citada ley. Consideramos necesaria la Educación para la Ciudadanía, porque entendemos que los valores cívicos y democráticos requieren de una enseñanza específica, igual que sucede con la historia o las matemáticas. Pero no puede ser una asignatura a la medida de un partido: sus contenidos han de ser consensuados dentro de un gran Pacto Escolar. No apoyaremos a ningún gobierno que no se plantee, como objetivo prioritario de esta legislatura, impulsar un Pacto de Estado para la Educación y devolver al estado la competencia educativa a través de la reforma de la Constitución. España no puede permitirse diecisiete sistemas educativos divergentes, localistas y ajenos a la enseñanza de lo mucho que nos une a los españoles. Mejorar la educación es imprescindible para avanzar en la igualdad de los ciudadanos y para progresar en la competitividad económica y el desarrollo científico de España. Y no he escuchado ningún compromiso del candidato en ese sentido.
Apoyaremos un Pacto de Estado para la derrota de ETA y para luchar contra cualquier tipo de terrorismo. La derrota de ETA exige no sólo declaraciones y órdenes a la policía, sino regeneración democrática: justicia independiente, respeto riguroso a la legalidad y combate contra cualquier forma de legitimación del terrorismo. Una justicia independiente que el gobierno no pueda paralizar a su conveniencia. Hay que evitar que un Fiscal General nombrado por el Gobierno pueda desmontar la Ley de Partidos, permitiendo la vuelta a las instituciones de nuevas franquicias de ETA como ANV. No estaríamos hoy lamentando lo que ocurre en Mondragón y la nueva traición del PNV a los principios democráticos si su anterior gobierno, Sr. Zapatero, no hubiera maniobrado y manipulado a la justicia durante su disparatado e inútil “proceso de paz” para permitir la vuelta a la impunidad del brazo político del terrorismo. La derrota de ETA exige no sólo eficacia policial: también exige deslegitimar radicalmente toda su historia y todos sus objetivos. Por eso hace falta un Pacto de Estado abierto a todos pero suscrito, imprescindiblemente, por el partido del Gobierno y el que es la alternativa. No he escuchado ningún compromiso de usted en ese sentido.
Sr. Candidato, cuando usted habló ayer de terrorismo empezó por decir que en su idea de España “caben todas las ideologías imaginables; caben todas las identidades” (aunque no el crimen). No comparto su opinión: en la España que yo quiero no caben todas las ideologías imaginables. Hay ideologías e ideas que son criminales, que conducen al crimen y por eso son incompatibles con la democracia.
Para conseguir una justicia independiente propondremos modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial en relación con la elección de los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial y volveremos al criterio más justo, independiente y sin duda constitucional de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1980. También propondremos la modificación del Tribunal Constitucional para mejorar la autonomía de nuestro más alto Tribunal. Y que para la elección del Fiscal General del Estado se utilicen procedimientos similares a los de la elección del Defensor del Pueblo. No he escuchado ningún compromiso en ese sentido.
Por cierto, Sr. Candidato, que usted afirmó ayer que: “es preciso gobernar mejor el poder judicial”. Pues no: que el gobierno pretenda gobernar al poder judicial es totalmente contrario a la democracia. La esencia de la democracia es la separación de poderes.
España no puede seguir soportando la constante y anárquica transferencia de competencias del Estado a las Comunidades Autónomas. Los españoles queremos una España en la que se vele por la igualdad, la cohesión social y, sobre todo, por el interés general. Unión Progreso y Democracia es el único partido nacional que se presenta con la misma sigla y defiende la misma posición en toda España. Defendemos el Estado de las Autonomías, pero no tenemos el más mínimo complejo en corregir sus disfuncionalidades: el deterioro de la igualdad, e incluso de la libertad personal que se ha producido. Por eso, para garantizar la igualdad, defendemos que una serie de materias como la Educación y la Sanidad pasen a ser competencias exclusivas del Estado. Y con ese mismo objetivo de garantizar la igualdad propondremos la revisión del cálculo del Cupo Vasco y de la AportaciónNavarra. Porque un sistema fiscal que todos los españoles no puedan disfrutar por igual no es un derecho, es un privilegio. Señor candidato, es necesario un Pacto de Estado sobre la financiación autonómica para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos al margen de la parte de España en la que vivan. No he escuchado de usted ningún compromiso en este sentido.
Ha reconocido usted la situación preocupante de nuestra economía. No es suficiente, Sr. Candidato. Sobre todo cuando llevan meses desde su gobierno negando la evidencia. España se enfrenta a una coyuntura económica plagada de dificultades. Y la situación no se soluciona con el parcheo que usted nos propone, sino que requiere formular una auténtica política de desarrollo económico que se centre en los problemas de fondo, de una manera especial, en el fortalecimiento de la competitividad de las empresas y de la economía en su conjunto. Corregir el déficit exterior y ganar en competitividad, y por tanto, en bienestar y empleo para los españoles es el objetivo clave que no se vislumbra en su proyecto.
Unión Progreso y Democracia defiende la unidad de la Nación española, no como un valor sentimental sino como el único instrumento capaz de garantizar la igualdad de todos los ciudadanos. Sr. Candidato: España se romperá si se rompe la igualdad. Y afirmo que se ha empezado a romper. Le daré algunos ejemplos:
1. La supresión práctica del bilingüismo en el sistema educativo catalán, imitado en Euskadi y Galicia, impide la libre circulación de las familias que se enfrentan a la escolarización de sus hijos en una lengua distinta a la castellana, excluida de los centros públicos.
2. La exigencia abusiva de conocimiento de la lengua cooficial para concursar a puestos públicos discrimina a todos los españoles que viven en una CCAA que no tiene dos lenguas oficiales.
3. Los funcionarios son retribuidos de forma distinta para el mismo empleo en función de la autonomía: caso de los funcionarios de justicia, o de los policías y guardias civiles respecto a los Mossos y la Ertzaintza.
4. Los ciudadanos tienen garantizados en la sanidad pública distintas prestaciones y tratamientos terapéuticos dependiendo de la CCAA en la que vivan. Tampoco son homogéneas las retribuciones de médicos y enfermeras, cuyos salarios, por cierto, están a la cola de los países de la UE, incluso por debajo de los profesionales de nuestro vecino Portugal.
Creemos que hay que avanzar en la laicidad del Estado precisamente para garantizar un trato justo a todas las confesiones religiosas que sean compatibles con la democracia. Nos preocupa que, como ha ocurrido en la última campaña, se pida el voto a asociaciones islámicas a cambio de privilegios en los comedores escolares de los centros públicos y cosas semejantes. Ser un partido laico no significa ser antirreligioso o pro ateo. Abogamos por el máximo respeto público a las creencias religiosas, como esperamos que los creyentes respeten la autonomía de las leyes que se da a sí misma la sociedad española, incluso cuando no coincida con sus creencias. No he escuchado de usted ningún compromiso en este sentido.
Sr. Candidato: Entendemos que el voto no es un cheque en blanco, sino un compromiso que se contrae entre los políticos y los ciudadanos. Los compromisos que hemos suscrito con aquellos que depositaron en nosotros su confianza no se corresponden con los que usted ha expuesto hoy en esta cámara. Por eso no puedo darle mi apoyo.
Unión Progreso y Democracia quiere regenerar la democracia española. Somos muy exigentes porque tenemos ambición de país. Somos muy exigentes porque hacemos política pensando en las próximas generaciones y no en las siguientes elecciones. Sr. Candidato, siempre encontrará en nosotros una crítica constructiva. La de un partido político que sólo se debe a los ciudadanos y que no tiene ni complejos ni hipotecas para defender, con toda claridad, lo que considere mejor para España. Por eso seremos tan exigentes con usted como sabemos que lo son los ciudadanos con nosotros. Entendemos que la abstención ante su programa sería una llamada a la resignación; y un cheque en blanco. Como no hemos recibido un cheque en blanco, tampoco puedo --como usted comprenderá--, darle a usted un cheque en blanco. Por eso votaré en contra de su investidura: para corresponder así a la confianza de los ciudadanos y como expresión de nuestra exigencia política.
Muchas gracias.
Congreso de los Diputados. Abril de 2008.
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