Llevamos escuchando ciertas letanías muchos años, décadas.
Tras cada asesinato a manos de los patriotas nacionalistas el presidente nacionalista de vascongadas la repetía monótanemente, dirigiéndose a los asesinos pero hablando para todo el mundo:
-Este no es el camino, la violencia no es forma de hacer las cosas...no lo hagaís más...ser buenos.
Y a los dos días otra calle explotaba, otro cuartel u otro supermercado y el Lehendakari, primero Garaicoechea, luego Ardanza, ahora Ibrh...
-Este no es el camino, la violencia no es forma de hacer las cosas...no lo hagaís más...ser buenos.
Treinta años oyendo lo mismo de los mismos, poco a poco ha ido aumentando el coro.
Ahora hasta el presidente del gobierno español, en nombre del gobierno claro es el que les dice;
-Este no es el camino, la violencia no es forma de hacer las cosas...no lo hagaís más...ser buenos.
Y a cambio...
Y tras la revisión de conceptos sufrida (y nunca mejor dicho) en el lenguaje cotidiano, donde antes poníamos justo castigo ahora ponemos derechos humanos y rehabilitación, (de los victimarios, que no de las víctimas, quede claro), donde decíamos terrorismo ahora ponemos conflicto, y donde poníamos asesinos ahora etiquetamos como luchadores concienciados, patriotas o directamente demócratas ejemplares, como los llama Zapatero, a favor de la paz, no como otros. Mejores en todo caso que esa derecha extrema que se niega a dejar de hablar en su lengua materna y que no quiere reconciliarse con terroristas orgullososo de serlo.
A la franquicia que llaman reconcialiación se han sumado, gustosos, todo tipo de curas y obispos.No en vano la Iglesia vasca es cada vez mas vasca y menos española, curiosa alternancia política.
Setienes, Uriartes, Reids y si se tercia, que presupuesto para esto hay de sobra, desde el dalai lama hasta el ayatolah Al Sadr, berrean a los fieles y a los infieles que la reconciliación es el único camino para cerrar la inmensa brecha que separa una comunidad, que han conseguido que se convierta en dos enfrentadas.
Uno-Primero enfrentamos a una comunidad con un grupo terrorista, luego justificamos siempre sus acciones y con el tiempo, la comunidad estará dividida.
Dos-Una vez dividida sustancialmente entre fanáticos y no fanáticos, promovemos la reconciliación de "los dos bandos".
Una especie de alianza de civilizaciones, vamos, entre sociedades laicas modernas y sociedades tribales fundamentalistas.
Que seguro que la basan en la reconciliación de marras.
Tan sólo un apunte; ¿Con quien carajo me tengo que reconciliar yo?¿Con el que puso una bomba en casa y provocó que mi familia saliese pitando de vasquilandia hace veinte años?
¿porqué no se reconcilian ellos mismos con su conciencia, hombres esquizofrénicos del S XXI?
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