Un partido de la seleción española tiene tanto seguimiento televisivo en vasquilandia como en el resto del estado, sin embargo viendo el último en casa hace un mes mas o menos observé que los goles de la seleción española llegaban en el mas absoluto silencio a mi alrededor, no se oyó ni un berrido, ni un grito, ningún sonido delataba los goles en mi pueblo. Se lo comenté a mi mujer, el que en toda España a buen seguro en esos momentos la algarabía sería la norma y en nuestro pueblo el silencio envolvía las calles y las casas, desiertas las calles eso si, como en todas las otras partes. La anormalidad democrática de cada día. La gente viendo el partido en sus casas en silencio sepulcral.
Ayer me comentaba que había escuchado la conversación entre unos hombres sobre lo que les había costado ese día no soltar gritos de ánimo y euforia viendo el partido de la "roja", porque claro, a ver quien es el guapo que se pone a cantar "GOOOOOOL" en esta vasquilandia de las dianas y los tiros en la nuca. Ni aunque sea en el salón de tu casa. EL "que dirán" vamos, en versión 9 mm parabellum.
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