Es un verdadero error la idea del consenso y la voluntariedad aplicada a la normalización del euskara...El consenso implica negociación, pero la normalización del euskara supone, fundamentalmente, la restauración de los derechos lingüísticos, y los derechos no se negocian.
Atribuír derechos a las cosas en vez de a las personas tiene su miga desde luego.
Derecho liguístico-
Dícese de aquella discriminación por la que en diferentes comunidades a los españoles que hablan español se les niega el puesto de trabajo.
El euskera lo habla menos de la tercera parte de la población, sin embargo es requisito imprescindible para optar a cualquier puesto en las diferentes administraciones públicas y cada vez mas en lo privado.
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