Tras los últimos atentados separatistas mas de lo mismo, condenas "sin paliativos" de nuestros politicastros. Como si con eso fueran a disuadir de asesinar a los asesinos. Resulta estomagante.
Mientras, los etasunos campan a sus anchas en el parlamento vasco y sus votos siguen contando como el día que pusieron a Ibrh de presidente de vasquilandia.
Tan sólo rosa Díez de UPyD señala lo obvio; "limitarse a condenar otro asesinato de ETA ni disuade a los asesinos ni consuela a los familiares de las víctimas"
Mientras, el PP pierde su apuesta por las poltronas a cambio de los principios, como por otra parte era de esperar. Ni poltronas ni principios al final, su debacle electoral se la están labrando. Queda claro que el PP vasco, buque insignia de diez millones de votantes, tiene poco que ver con el PP del resto de España.
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